Parroquia San Bartolomé SABINAR

Parroquia San Bartolomé SABINAR

sábado, 1 de febrero de 2014

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR


Cuarenta días después de la Navidad, Jesús es presentado en el Templo. No les pasó por alto a María y José la tradición de su pueblo, cumpliendo, de esta manera, con la ley mosaica. Cierto que el tiempo de Navidad ha terminado, la ternura de aquellos días han dado paso a la vida ordinaria, pero nos debemos detener para ver cómo los temas que hemos estado viendo en Navidad: el clima de sencillez y humildad, siguen estando presentes en la vida de Jesús. Las lecturas de este día resaltan que la misma ofrenda que entregó al templo la Sagrada Familia era la que ofrecían los pobres. 

El hecho es que si Jesús ha querido este estilo, nos debemos preparar para imitarle. Otra vez nos envía una estrella que nos ayude a interpretar las señales de Dios, cuya intención es hacernos libres. La oferta de Jesús es la Luz y la Salvación, con ellas tendremos la seguridad para poder rechazar las falsas indicaciones que nos conducen a la muerte. Todavía hay tiempo para volver el rostro al Señor, para caminar tras sus huellas; poneos en pie, levantad la cabeza y en marcha, a trabajar en la Iglesia y desde la Iglesia, con el estilo de Jesús. Este es el espíritu al que nos está alentando el Papa Francisco: ¡Abrid las puertas de vuestro ser a Dios! La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el mundo sin rumbo y sin sentido… La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. 

La fiesta de la Presentación en el templo significa mucho, es donde se muestra al Señor al pueblo, para que todos puedan ver las puertas del corazón de Dios: los pobres y enfermos, a esos que suelen ser despreciados y olvidados, a aquellos que «no tienen con qué recompensarte» (Lc 14,14). Cristo es la Luz y la Salvación, nosotros participamos de esa Luz y durante este tiempo la liturgia nos urgirá a mantener encendidas las lámparas, porque las vamos a necesitar para el camino. 

Otra vez más se nos regala en el salmo un vocabulario alentador: El Señor hace justicia al oprimido, da pan al hambriento, liberta a los cautivos, abre los ojos al ciego, endereza a los que ya se doblan, ama a los justos, guarda a los perseguidos, sustenta al huérfano y a la viuda… Todo nos esta hablando de esperanza, todo nos habla de confianza en Dios. Aunque te consideres indigno, pobre, pecador… También eres invitado a esta aventura, porque eres necesario, ¿No has escuchado que ha escogido a lo que no cuenta, a los débiles del mundo para confundir a los sabios y poderosos? Ánimo, que te llama bienaventurado


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