DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA
José Manuel Lorca Planes Obispo
Diócesis de Cartagena
Al
terminar el tiempo ordinario del Año Litúrgico celebramos el día de la Iglesia
Diocesana, una fiesta para tomar conciencia de nuestra realidad de hermanos que
vivimos la misma fe y caminamos al encuentro del Señor, que nos regala la vida
y la salvación. El proyecto y el estilo es igual para todos: nuestra meta es
alcanzar a vivir en santidad, en obediencia a la voluntad de Dios, como nos
enseña la Santísima Virgen María. Tenemos experiencia de la cercanía de Dios y
de como sale a nuestro encuentro ofreciéndonos el regalo de la fe, la esperanza
y la caridad, necesarias para el camino, para fortalecer nuestros pasos. La
Iglesia nos propuso un Año de la Fe, que concluiremos el próximo domingo, y
haciendo una evaluación del mismo podremos decir: ¡cuánto bien nos ha
hecho!
Queridos
diocesanos, sabéis que este año os he presentado un Plan Pastoral para
centrarnos en la esperanza evangélica, cuya fuente es Cristo. La razón no está
sólo en la situación más o menos dramática que estamos viviendo a causa de las
crisis, que ya sería una razón poderosa por la cantidad de sufrimiento que hay
a nuestro alrededor, sino más bien para que conozcamos mejor a Nuestro Señor
que nos ha prometido la vida y la salvación, aceptando el regalo de la vida
eterna, el 'paso' a una vida nueva: a la vida en Dios, donde “no habrá ya
muerte ni habrá llanto” (Ap 21, 4). Una esperanza que te asegura la felicidad
en Dios, la esperanza de estar con Cristo en la casa del Padre después de la
muerte.
Si alguno
os dice que eso son sólo palabras, respondedle que la fe os asegura certezas,
que lo que dice el Señor siempre se cumple y Él nos ha dicho que “el que come
mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día”
(Jn 6, 54). Así que, la vía es la Eucaristía, garantía de la vida eterna, y la
Eucaristía la puedes celebrar en el seno de la Iglesia. Abre tus oídos y tus
ojos para ver como el Señor está más cerca de ti de lo que te imaginas y verás
como en la Iglesia encontrarás la Vida, porque está Cristo. Por eso, la
esperanza que nos mueve es una esperanza viva, dinámica, alegre y confiada.
Anunciad a todos, como testigos y profetas vuestra experiencia de fe.
La razón
de este Día de la Iglesia Diocesana es motivar a todos los hermanos a tomar
conciencia de que tenemos la obligación de sostener nuestra Iglesia, para
seguir ofreciendo esta esperanza fiable. Ayudadnos con vuestras limosnas o
suscripciones a favor de la Iglesia diocesana y no os olvidéis de orar.
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