Seguimos celebrando la Navidad (la irrupción de
Dios en la historia de la humanidad haciéndose hombre como nosotros). Hoy,
adentrándonos en el portal de Belén, descubrimos toda una institución que
aporta sensibilidad, valores, equilibrio, seguridad, fe, esperanza: la Sagrada
Familia ¡Cuántas frases y con cuanto acierto se ha escrito sobre ella!
*Una buena familia empieza con el ejemplo de los
padres
*Tal vez en el dinero encuentres un poco de felicidad,
en las amistades encuentres alegrías, en las medicinas la cura pare tu
enfermedad, pero el amor solo lo encontraras en tu familia.
*A mi familia le debo todo, desde mis fracasos hasta
mis triunfos.
*Familia que crece unida permanece unida... para
siempre
*La familia es el seno espiritual donde se fomentan
las creencias y las costumbres
*La familia bien consolidada es como un diamante
indestructible
*La familia es el comienzo y el final, ya que en una
nacimos y con ella desearíamos vivir.
*He recibido de la vida el regalo más bello, mi
familia, lo demás no tiene importancia.
*Ni los avances tecnológicos dan lo que una familia
puede ofrecer...
1.- La Sagrada Familia es una gran catequesis y se
convierte en un buen modelo para saber por dónde tenemos que ir y de dónde
tenemos que regresar. En Belén descubrimos que, el amor, es lo más importante.
Dificultades, en el marco de la familia, han existido
desde siempre. En sueños, San José, recibió respuesta a sus dudas. En sueños,
San José, recibió la indicación de ponerse en marcha hacia Egipto protegiendo
la vida de Jesús. A la pobreza, incomprensión y otras tantas incidencias
tuvieron que hacer frente aquella primera familia cristiana: Jesús, José y
María.
Por ello mismo, cuando a veces somos tan negativos
sobre la situación de nuestras familias, debiéramos de abrir un poco las
páginas del evangelio y, contemplar, que tampoco en la vida de aquella familia
nazarena fue todo orégano ni mucho menos o un camino de rosas.
A muchos extrañaría la fidelidad de San José, a otros
la obediencia de María y a otros…la autoridad de un Niño que, creciendo,
despuntaba en una sabiduría fuera de lo común. Pero, aquella familia, siguió
brillando con luz propia.
2.- Cada familia es un mundo diferente. No hay una
igual. Todas tienen su propio color y también su propia cruz. Pero, ojala,
todas tuvieran un mismo denominador común: la unión, el amor, y sobre todo el
buscar siempre cauces de entendimiento y respeto.
La Navidad nos ha traído aires de salvación, semillas
de bondad y, sobre todo, un anuncio de la gran generosidad de Dios explicitada
a través de la humanidad en Cristo. También, la Navidad, nos trae un icono para
una sociedad saludable, edificante y con futuro: la familia. ¿O acaso no es un
pilar fundamental?
3.- Una sociedad que quiera aprender, progresar,
educarse y desarrollarse a la fuerza ha de contar con esa gran escuela (fuente
de virtudes, actitudes, valores, fe y esperanza) como lo es la familia.
Una buena familia, no tiene precio. Y, en Belén,
podemos encontrarnos con una excelente, santa, bondadosa y sencilla familia que
no tiene otra pretensión sino cumplir la voluntad de Dios.
Esa es, entre otras más, la gran asignatura pendiente
de muchas familias que –diciéndose cristianas- viven como si no lo fueran.
Familias excesivamente silenciosas en la educación, en la transmisión y vivencia
de la fe. Familias que, debido a la presión social, a grupos antisistema o
diversas circunstancias han dejado de ser lo que era genuino en ella: escuela
del amor de Dios.
Que la
Sagrada Familia, en este tiempo de Navidad, nos haga descubrir el orgullo de
ser católicos; la gracia de ser cristianos y la alegría que se siente cuando se
cumplen los designios de Dios.
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